«EL DEFENSOR TIENE MI ACOMPAÑAMIENTO»

Posted by sfonseca - 19 diciembre, 2014 - Novedades - No Comments

Desde el inicio de mi gestión legislativa he venido promoviendo la figura de una nueva institucionalidad para la infancia: el  Defensor de los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes.

Con la asunción del mismo se hace realidad un sueño para quienes venimos  trabajando para la niñez,  brindándole a  nuestras infancias y adolescencias una herramienta institucional para la ampliación de sus derechos.

Sabrán ustedes que no pude estar en la comisión evaluadora para la selección del nuevo funcionario, pero en atención a los  principios y  al accionar de este bloque igualmente voy a acompañar al defensor de niñez en su trabajo de  defensa, promoción y restitución de derechos, fundamentalmente para aquellos que se encuentren en situación de vulnerabilidad social, no solo desde mi escritorio sino fundamentalmente desde el territorio.

Decía Eglantyne Jebb: «Un niño es la posibilidad que tiene la humanidad de rescatar al mundo de sus miserias». Ella es una antecesora de la Convención de los Derechos del niño, una persona con una humanidad digna de imitar, que logró que dos bandos enfrentados en una guerra pudieran colaborar para ayudar a los niños/as y adolescentes víctimas de intereses mezquinos de los adultos.

Las normativas son palabras liberadoras si se convierten en acciones a favor de la infancia, y la convención de los derechos del niño  debe ser nuestro punto de partida. Solo si logramos cultivar, difundir y resignificar valores humanos, en las nuevas generaciones, podremos lograr una sociedad más participativa comprendiendo que los niños y los adultos somos iguales en derechos pero diferentes en cualidades e intereses.

La formación en prácticas solidarias de respeto, comprensión, buen trato, diálogo constructivo, paz y aceptación, harán que las leyes se respeten y por lo tanto se garantice en el hacer diario la JUSTICIA, entendida como la herramienta socio-cultural que permite el pleno desarrollo del ser humano.

Sin lugar a dudas nuestro Defensor deberá promover nuevos espacios de participación real para nuestros niños, niñas y adolescentes, participación como herramienta imprescindible para poner en práctica ideas y acuerdos. Así lo entendieron los líderes mundiales que declararon su compromiso de cambiar el mundo no sólo PARA los niños,  sino CON los niños.